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El pasado 18 de marzo de 2022 pudimos hacer un TAC al fósil de una fíbula (lo que sería el peroné humano) de un espinosáurido hallada en 2005 en Igea. Los espinosáuridos son un grupo muy particular de dinosaurios carnívoros porque tienen una apariencia muy singular, un cráneo bajo y alargado, que recuerda en algunos aspectos a los cocodrilos.
La tomografía computerizada (TAC) ha sido un gran avance en los estudios paleontológicos debido a que permite analizar la morfología interna de los fósiles mediante una técnica no invasiva ni destructiva.
Nuestra colaboración puede aportar información a los investigadores para conocer si este dinosaurio se movía cojeando debido a alguna patología o por otro motivo, e incluso si puede tratarse de una nueva especie. También permitirá conocer mejor el modo de vida de esta especie, de la que hay muy pocos registros en el mundo.